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jueves, 26 de septiembre de 2013

Por mas que intento no puedo

Cynthia se despertó la mañana del domingo muy a lado de un profundamente dormido John Lennon; a duras penas la resaca le permitió recordar lo de la noche anterior ¡otra vez volvió a caer! Y ella que se prometió mantenerse a raya en cuanto a John y de nuevo juntos; en su cama, en la maldita cama donde la hacía el amor  a la japonesa seguramente todas las noches amaneció ella y no como su esposa precisamente sino como una del montón culpa de los celos impulsivos de su ex marido.
Cerró los ojos y apretó los puños enterrándose las largas y puntiagudas uñas en la carne ¡¿Cómo MIERDAS PUDO HABER SIDO TAN IDIOTA!? Era obvio que Lennon tenía el orgullo herido; le dolió lo de playboy pero era su vida, su maldito cuerpo y ella sabia como mostrarlo si se quedaba con un kilo de ropa encima o si se la quitaba toda par amostrarlo a fin de cuentas para ello se hizo los numeroso cambios físicos, luego de semejante trauma que Lennon le generó con sexy Sadie Cynthia se sintió terriblemente gorda a pesar de que estaba en su peso y talla normales, por culpa de Lennon su obsesión por perder peso crecía tanto hasta el grado en que estuvo a nada de convertirse en anoréxica todo con tal de tener un maldito cuerpo ‘’aprobable’’ una vez que hubo conseguido su cometido empezó a idear lo de sus salidas con McCartney, le dio perfecto resultado solo que el final bueno no estuvo tan bien pero logró lo que quería :hacer sufrir a John y vaya que era evidente que le había dolido , de no haber sido así no se lo hubiese vuelto a reclamar la noche anterior. ¿O era quizás solamente el efecto de las copas.
Comprendió que no podía seguir acostada junto a Lennon dos segundos más, por lo que sin importarle estar completamente desnuda se puso de pie caminando por la habitación en círculos, no le importaba que le viesen dando a que las cortinas estaban todavía puestas, no había peligro de fisgones y si los había pues bien por ellos, a ella poco le importaba, últimamente su comportamiento era tan descarado que , lo único que de verdad tenia relevancia para Cynthia era su hijo, la única persona a quien podía decir querer y amar, a los hombres solo los usaba como medios para satisfacer ese placer desbocado que le produjeron sus noches de sexo con Paul.
Dejó de merodear por el apartamento de John., se mareó de ver tanto blanco a veces se preguntaba si Lennon no sentiría nauseas de ver siempre el mismo color desde en las paredes hasta en las cortinas, se dejó deslizar en un sofá cubriendo sus pechos al momento de flexionar las rodillas y la barbilla, se quedó así buen rato hasta sentir pasos de tras de ella.
-¿Siempre caminas desnuda por tu casa?
Cynthia solo se carcajeó, tomó el albornoz de Yoko que le ofreció Lennon haciéndole recordar aquella vez que los encontró en Kenwood tomando café y viendo la televisión ambos semidesnudos, para ese entonces era tanta su rabia, que lo único que hizo al llegar fue reírse a carcajadas, en parte por el poco talento que tenía John para las mujeres, había que considerar el hecho de que Ono solo era hermosa a los ojos de John.
-Ponte el albornoz, no te lo di para que lo tengas de adorno.
-¿Qué Johnny?-Se burló Cynthia.-Tienes miedo de que Yoko entre por esa puerta y nos encuentre a ti y a mí en paños menores.
Dio en el clavo, Yoko solía hacer sus viajes rápidos por eso él tenía que hacer lo que quería hacer rápido antes de que Yoko cayese por sorpresa, aunque con su hija enferma poco probable era de que volviese en un día o dos máximo podría tardarse una semana. Tiempo suficiente para hacer sus travesuras.
-No pienso quedarme más tiempo John, préstame una maldita camisa.
-¿Ya te vas?-John se sorprendió, Cynthia que caminaba rumbo a la habitación de John se volvió con una expresión irónica en la cara.-Es decir, no piensas desayunar.
-NO, de hecho tengo que ensayar, me toca presentar el noticiero de la tarde.
-Pero si es sábado.-Argumento John desde la cocina- ¿Trabajas los sábados?
-Trabajo cuando quiero John, es una de las ventajas de ser la preferida del señor Crowly.
Apenas escucho ese apellido, y cuando mencionó ‘’señor’’ John aventó la sartén, los huevos y el tocino para ir a su habitación donde Cynthia estaba colocándose unos pantalones y una blusa de Yoko, tomándole con fuerza del antebrazo.
-¿Piensas cogerte a todos los empresarios del país que te pasa?
Cynthia forcejeó duro con John hasta lograr zafarse de su maldito agarre, dándole semejante bofetada que le hizo sangrar el labio, Lennon no hizo nada, solo se rio de manera tosca, tomándole de los brazos logró encaminarla hasta lograr empotrarla en el closet.
-¿ya te has echado a ese tal Crowly?
-Eso es cosa que no te importa.-Escupió Cynthia con cierto resentimiento.-¿Y en todo caso que? Es problema mío, no tuyo.
John comprendió que querer hablar con Cynthia era tener que volver a los gritos, con el dolor de cabeza con el que había amanecido aquella mañana de sábado, prefería dejar las cosas por la paz aparte de que él si tenía que volver a EMI, debían hacer los últimos ensayos para downstairs y la verdad que las cosas iban lentas.
También tenía ganas de pasar una tarde con Julián, nunca estaba de más pedirle permiso a la loca que tenia por madre de pasar por el niño a la clase de karate.
-¡¿No tienes planes para con Jules para la tarde?!-Gritó nuevamente desde la cocina, mientras traba de protegerse del aceite que al parecer, se puso un tanto saltarín.
-¡no!-
 Cynthia Seguía esculcando entre la ropa de Yoko ¡dios que esa mujer no tenía nada decente que ponerse! Todo lo que se estaba midiendo le quedaba tamaño jumbo. Era increíble que ella fuese quien le inculcase una dieta a John, Cynthia estaba pensando en esos momentos que quizás a Yoko no le sentaría nada mal una de esas.
Salió finalmente de la habitación con un vestido blanco tres tallas más grande de las que ella solía usar, pero bueno fue lo único que pudo encontrar entre el inmenso guardarropa de la Ono; salió de la habitación rumbo a la sala, necesitaba recoger su bolso y las llaves de su coche John las tenía escondidas así que estaba dispuesta a liarse a palos nuevamente con su ex, todo con tal de llegar a tiempo para los ensayos.
-¿En donde tienes mis llaves John?
John escuchó perfectamente a Cynthia,  pero pensaba jugar un poco; esa mañana amaneció especialmente con ganas de molestar y a quien mejor que a Cynthia, claro era la única que estaba con él en esos momentos. Siguió comiendo sus  huevos revueltos como si no le hubiesen preguntado nada, hasta ese momento Cynthia esperaba pacientemente a que el señor Lennon se dignara a contestar, más en vista de que le veía pocas ganas, ella por su propia cuenta comenzó a esculcar como loca los cajones y las puertas.
John mientras la veía no podía evitar reírse a carcajadas, eso estaba resultándole gracioso, al menos a él.
-comienzo a cansarme John.-Hablaba Cynthia que ahora esculcaba las puertas donde Yoko solía guardar las cosas sin importancia.-Dime en donde demonios están esas condenadas llaves.
-Te diré una respuesta Powell: Estás fría, muy fría.
‘’Estás Fría’’ ¡Así que John pensaba que estaba jugando a frío y caliente o que jodidos! Checó su reloj de muñeca, bien tenía tres malditas horas para sacarle a John las llaves de su coche; solo trataría de no perder la paciencia, pues si con algo de gozaba John era con eso.
-Vale John.-Cynthia se puso de pie poco a poco.-¿Quieres jugar? Bien, vamos a jugar pero dime en donde están mis llaves.
-Estás fría.-Repitió John esta ve ya sin interés.
Cynthia siguió buscando, por mucho que le estresara esa situación lo primordial para ella en ese momento era encontrar esas llaves, no le gustaba llegar tarde a sus ensayos y John no se lo iba a impedir.
-Una pista.-Dijo ya convencida, John la tenía en sus manos.
-ya te dije Frío.
Con los nervios a punto de crispársele por la rabia Cynthia se puso a volver a buscar, no sabría ahora ni por donde volver a iniciar la búsqueda solo sabía que a esas alturas estaba dispuesta a todo.
-¡Ya me harté John!-Cynthia volcó al piso una jarra de agua que tenía cerca, eso fue el colapso para su paciencia y sus nervios, los cuales estaban a nada de estallar.-Por más que trato de hacer las cosas sin estar en guerra contigo no puedo ¡¡NO PUEDO!!
Tampoco John soportó mucho, lo de la noche anterior le resultó demasiado poco, se daba cuenta de que siempre aunque no quisiera estaría unido a Cynthia; gracias a aquel niño de siete años, llamado Julián, pero más allá de Julián había otra cosa, algo que lo jalaba y lo acercaba a ella, incrementando su necesidad por verla, tocarla hacer lo que quisiese con ella pero a su vez ; lo alejaba de Yoko, se suponía que dejó a Cynthia por Yoko y ahora estaba haciendo hasta lo imposible por retenerla a su lado aunque fuesen unos treinta minutos más.
Dejó desesperadamente la mesa comando a Cynthia por las caderas, ambos sabían francamente a lo que ello los iba a conducir, tampoco les importaba, Cynthia sentía como a raíz de que se acercaban a la recamara de John su parte intima se humedecía; hasta sentir como sus propios jugos resbalaban por sus piernas, dándole la sensación de ser la puta de John Lennon.
John la puso en la cama, para ser precisos encima de la ropa regada de Yoko, si se arrugaba, manchaba o maltrataba ya habría tiempo de comprar más o si tenía arreglo; mandarla a una tintorería donde la dejarían cual si estuviese nueva; sin dejar de lado su posición (que era la de estar encima del cuerpo de Cynthia) se comenzó a desabotonar desesperadamente la camisa; pero como los dedos se le hacían trabas entre los botones, su desesperación creció a tal grado de no importarle romper la prenda, a fin de cuentas tenía muchas como esa. Aventó la prenda lejos de él continuando con los pantalones y  la ropa interior, bajándolos hasta que quedasen a una altura lo suficientemente prudente para empezar a penetrar; no sin antes comenzar con una corta y rápida sesión de besos y caricias previas a la penetración. Eso de copular con su ex mujer de manera extramarital le ponía, muchas veces antes de tener a Cynthia en su departamento había tenido fantasías con ello; y no se sentía culpable, de hecho en ese momento John se sentía satisfecho por haber logrado una de sus tantas fantasías sexuales.
Sintió que el momento de penetrar estaba llegando, le abrió las piernas hasta el tope y se introdujo en medio de ellas con su miembro viril apuntando a su centro, el cual se encontraba ya totalmente húmedo; comenzó a penetrar, al momento de entrar dentro de ella, John sintió como su miembro resbaló perfectamente con sus brazos ajusto fuertemente las piernas de Cynthia alrededor de su Cynthia y listo, podía continuar hasta terminar corriéndose dentro de ella. Dejándose caer encima suyo luego de correrse.
Ambos se quedaron en absoluto silencio, Cynthia se llevó las manos a la cara tallándosela varias veces.
-Por lo visto nunca vas a cambiar.-Argumentó rompiendo de una ve con el silencio, que de por sí estaba poniéndose pesado.
John por el momento no contestó,  dejó escapar un suspiro largo, demasiado largo para gusto de Cynthia quien llegó a creer que de verdad necesitaba hacer eso rodó por el cuerpo de Cynthia quedando en el lugar que le correspondía en la cama poniéndose una blusa de Yoko para tapar sus partes nobles. No a lo mejor nunca cambiaría y solo estaba perdiendo el tiempo con Yoko el estar casado y el tener una amante no le sirvió de nada al parecer, John se daba cuenta tarde que él no servía para tener una compañera a lado, podía ser  fiel durante los primeros meses, sentir que todo era miel sobre hojuelas pero a mas tardar aparecería otra que llenara su atención más que la anterior y listo, la dejaría al acto y de esa, la cambiaria por otra y así como se seguía hasta que sus días terminaran. Pero últimamente algo que no le gustaba le estaba sucediendo con Cynthia, era como si toda la atracción que se desapareció durante su matrimonio estuviese volviendo con más fuerza ahora que ya no la tenía como su mujer.
-Ni yo mismo lo se Cyn.-Contestó John poniéndose las manos en la frente.-Es algo contra lo que yo no puedo luchar, me domina, se sobrepone a mí. Haciendome débil ante mis propios instintos.
-pues vaya problemita John. Pero yo no estaré ahí para curar tus instintos. Me imagino que si sabias eso.
-Lo sé.-Respondió John claramente enfadado.-Ahora es Lewis.
-Ahora es Yoko.-John miró de reojo a Cynthia. Ella sin embargo ya no quería seguir estando acostada, le provocaba ansiedad el estar cerca de John.-Sabes que. Creo que será hora que me vaya antes que…
En ese momento, ambos escucharon el timbre del apartamento, tanto a John como a Cynthia se les fue la sangre hasta los pies de solo imaginarse a Yoko fuera del apartamento esperando a que el abriesen la puerta.
-¿Qué hago?-Preguntó Cynthia asustada buscando rápidamente un sitio donde ocultarse de la vista de Ono.
John por su parte sentía la lengua atada al paladar, no sabía que hacer ni que decir en pocas palabras parecía un completo idiota con miedo, lo primero que hizo fue brincar de la cama mal, buscar su ropa y comenzar a mal colocarse los pantalones, mientras Cynthia estupefacta miraba con que poca atención le pagaba John las dos sesiones de sexo que le dio.
Una vez que terminó de vestirse, John cogió a Cynthia del antebrazo derecho metiéndola a la fuera al closet.
-¡Oye!
-¡Quédate ahí!-John la zarandeó un par de veces.-Iré a ver quién demonios es.
Cynthia accedió a quedarse quieta metiéndose hasta el fondo del closet, a la par que al cerrar la puerta atrapó un dedo de John a propósito.
-Perra.-Susurró John al tiempo que se chupaba el dedo afectado.
Cynthia respondió con una risita burlona, John no quiso seguir perdiendo el tiempo, el timbre seguía sonando y ese maldito timbrido estaba retumbándole en la cabeza, con las manos completamente sudorosas se dirigió a la puerta, orando interiormente por que no fuese Yoko quien llegaba de incognito como solía hacerlo tantas veces. Al asomarse por un pequeño agujero que había debajo de la perrilla pudo comprobar para su buena suerte que se trataba de Elton John. Aliviado abrió la puerta inmediatamente, solo tendría que cuidar que Elton no se pasase a su recamara y listo.
-¡Carajo John porque no abrías la puerta!-Elton y John se abrazaron efusivamente.-Estaba a punto de irme.
-Lo siento Elton.-John condujo a Elton a la sala ofreciéndole asiento, Cynthia entre tanto podía escucharlo todo, ella también estaba aliviada.-Estaba en la recamara acomodando la ropa de Yoko, ya sabes cómo es ¿Te puedo ofrecer algo?
-Sí, un té estaría perfecto gracias Johnny.
-Bien.-Ahora era el momento perfecto para deshacerse de Cynthia, solo habría que llevar a Elton a la cocina y listo problema resuelto.-Mira, vamos a la cocina, yo voy a la recamara para acabar de guardar la ropa de Yoko y bueno, quédate en tu casa quieres, ya vengo.
John corrió a su recamara, introduciéndose en el closet donde estaba escondida Cynthia.
-Listo, ten las llaves de tu auto, en cuanto escuches que cierro la puerta de la cocina te puedes ir pero no hagas mucho ruido, Elton le podría decir a Yoko y a los dos nos iría mal Powell.
Cynthia no dijo nada, a esas alturas estaba bastante enfadada de estar en casa de John que cualquier arreglo le parecía bueno, le arrebató las llaves de su coche, resuelta a salir de ese maldito closet donde ese estaba ahogando, sin embargo John le volvió a meter dentro, y él junto con ella.
-¿Qué mierdas no entendiste?
-Nada.-Cynthia lo apartó de ella dándole un empujón, John se golpeó la cabeza con el tubo del closet.-Solo quiero largarme ya de aquí.
Cynthia hizo un segundo intento por salir, pero esta vez, John mas tranquilamente la volvió a detener, seguía en lo mismo no sería nada bueno si Elton la veía salir de su apartamento mucho menos con ropa de Yoko encima.
-Es en serio Cyn.
-No vuelvas a llamarme Cyn.-Espetó Cynthia duramente.
-¡De acuerdo!-John perdía la paciencia nuevamente.-Solo espera a que me vaya yo de aquí, las llaves de tu auto están en el segundo cajón del peinador, están metidas hasta el fondo. Y vuélveme a repetir la hora a la que tengo que ir por Julián a la clase de tae kown do.
-A las dos y media ¡pobre de ti si llegas tarde Lennon!
-¡Shh!-John colocó apresuradamente una mano encima de la boca de Cynthia.-¡te va a escuchar! ¿Quieres que nos sorprenda a los dos hablando aquí?
-Está bien tu ganas.-Cynthia volvió a apartarlo de ella.-Solo sal de aquí para poder salir yo quieres.
-Vale.
John salió del closet, con Cynthia de tras suyo, antes de salir definitivamente de la habitación John tomó aire, era arriesgado pero al menos serviría para sacar a Cynthia de su apartamento, ya hablarían con más calma después, claro si es que se podía hablar. La mayoría de las veces solían gritarse y no llegaban a ningún acuerdo.
Cuando Cynthia sintió que John cerraba la puerta de la cocina ella aprovechó para salir corriendo de ese apartamento, una vez fuera cerró la puerta de este con sumo cuidado y se dejó desliar por la puerta hasta el piso completamente aliviada, lo primero ya estaba hecho, los vecinos que salían de sus apartamentos mirándola peor que si fuera una basura no le importaban a fin de cuentas era su vida y la de John ellos no tenían cabida en ella.
Ya mas recuperada de semejante susto, volvió a retomar el camino sacudiéndose la poca tierra que pudo haberse quedado en el vestido de Yoko, iniciando el trayecto hacia su auto, de lo que ocurrió durante la noche y justo unos minutos antes de la llegada de Elton John al apartamento de su ex la dejaron totalmente desconcertada ¿Qué coño le estaba pasando a Lennon? Juraría que nunca en su vida lo vio asi de apasionado mucho menos con ella, creía que de todas las mujeres que estuvieron con John en el pasado, ella fue por la que menos pasión o atracción llegó a sentir, ahora se preguntaba el porqué de ese cambio tan radical, porque ahora que estaban separados formalmente, que ya no eran un matrimonio la atracción hacia ella como mujer surgía, ¡vaya con John sí que era raro! Y la verdad es que el hecho no le disgustaba, pero a la par le hacía sentirse mal con respecto a Edward, debía hacer algo rápido o casarse con Lewis y alejarse de John o bien dejar a Edward libre para que buscase otra mujer que le conviniese de verdad.
Ninguno de los dos sabia que estaban por surgir cosas nuevas, todo gracias a la pequeña ayuda de los amigos de John, especialmente de Paul; la pareja que estaba encerrada en el reallity show saldría renovada en dos semanas, y en dos semanas les darían la noticia a ellos.















miércoles, 25 de septiembre de 2013

¡¿Romeo Vs Julieta?! Paul avísame cuando Cynthia haya matado a Lennon para llevarle flores.

Paul discutía en la habitación privada que les dieron en el bar, desde que les contó a los chicos su plan Ringo y George pusieron el grito en el cielo, ninguno de los dos estaba de acuerdo, aunque bueno solamente Ringo ya que George estaba hecho toda una fiera, ¿Cómo iba a inscribir a dos personas que prácticamente podrían matarse entre ellos en un programa donde todo mundo los iba a estar viendo las 24 horas del día? Eso sí que era querer cavar la tumba de su ‘’mejor amigo’’.
-¡Ya te dije que funcionará George!-Paul intentaba calmar a un George totalmente hecho una fiera.-Solo necesito que ustedes estén conmigo para llevarlo a cabo.
-¡Si pero al momento en que ese par de cabrones estén dentro de esa casa quien saldrá muerto de ahí será John!-George se cogía del cabello, era increíble que McCartney siendo el líder del grupo fuese tan insensato.-Paul, si metes a Cynthia y a John a ese reallity, tú serás quien lleve la muerte de Lennon sobre tu consciencia.
Paul se echó a reír con lo último que dijo Harrison, ese George siempre tan extremista, hasta parecía una mujer en la etapa de la menopausia, pero no se daría por vencido de buenas a primeras insistiría hasta que terminara convenciendo a ese par de que era lo mejor para el grupo y para ellos.
-Dime George.-George se tapó los oídos, pero fue Ringo quien le quitó las manos de ahí.-¿Cómo explicas tu los celos de John? ¿Cómo estaba aquella noche en el restaurante?
Harrison se quedó completamente callado, pues sí, eso era algo, pero el sentir celos no iba de nada, por ejemplo muchas veces el entraba al living de su casa y lo primero que veía era a la odiosa de su mujer y a Eric Clapton bastante cerca él como todo marido se ponía celoso, pero ¿Qué podía haber ya entre John y Cyn sino odio? Eso es lo que ese par se demostraban todos los días, pinche odio que ya no podían con él ¿y con que lo desquitaban? Pues con los golpes y los dime que te diré. Eso era de todo el tiempo, todo el tiempo que John corría hasta donde Cyn para castigarla por algo que según él hizo mal.
En cuanto lo del restaurante pues sí, Lennon no pudo disimularlo, en frente de todos dio a notar perfectamente que estaba celoso, muy celoso de ese tal Lewis no era para más el tipo estaba nadando en billetes verdes, tenía empresas por todos lados, una buena reputación como hombre de negocios ;mientras que el pobrecito Beatle John Lennon no tenía más que unos cuantos millones en la bolsa,  una banda de greñudos que cantaban rock y una amante tan fea que hasta un perro pubble se le hacía coquetón junto a Yoko. Edward Lewis tenía mucho para ganarle a John; lamentablemente esa era la triste realidad de John Lennon.
-Paul, Por si no te has dado cuenta ya cada quien tomó el camino que quiere tomar-Paul miró a George disgustado.-Sí aunque me mires así, John y Cynthia son los dueños de sus propias vidas, ellos deciden que hacer y que no con ellas Paul. Entiende de una vez que no eres Ni Julia ni Mimí para estar todo el tiempo encima de John, el ya es un hombre hecho y derecho y como tal, como todos nosotros ya sabe lo que hace. Así que te pido por favor que ya no te sigas metiendo en su vida Paulie. El escogió a Yoko…
-¡ESA PERRA SE LE METIÓ POR LOS OJOS, ÉL NO LA ESCOGIÓ!
Paul se exasperó, le daba rabia reconocer que en buena parte George tenía todas las de ganar, sí podía que las palabras de George fueran ciertas, pero él desde que vio como Yoko Ono se metía en el grupo opinando donde no debería de opinar y mas al ver que John le dejaba hacer y deshacer con ellos se propuso no ceder hasta verla por completo fuera del ámbito de The Beatles, por eso las constantes discusiones de John con Cynthia le daban el argumento perfecto, ellos tenían que estar nuevamente juntos no solo por el bien del grupo sino por el niño.
Ya no le importaba si pasaba por encima de John o de la misma Cynthia esta vez no se detendría para obrar según sus intereses ¿Por qué no? También por los de George y Ringo que se veía que no miraban a la Yoko con buenos ojos, George también la odiaba, solo que él sabía disimularlo un poco mas mientras que Ringo…bueno se mantenía a raya.
Para terminar rápido ya tenía la decisión tomada, inscribiría con o sin su apoyo a ese par en el reallity no le importaría cuanto se odiasen, si peleaban todos los días, si se querían matar entre ellos, lo único que deseaba era tenerlos juntos, encerrados sin ver a otras perronas que no fuesen ellos mismos,
No lo hacía por egoísta sino por tratar de salvar al grupo, lo hacía por ellos aunque de momento fuese él quien quedase como el villano de la historia, le valía una soberana mierda.
-Pues bien.-Dijo parándose de la silla mientras empezaba a recoger sus cosas.-Díganme quien va a estar conmigo, porque créanlo o no yo voy a hacer esto no me importará si cuento con ustedes o lo hago solo, pero John tiene que volver con Cyn. ¡Por favor piensen en el pobre de Jules!
George y Ringo esta vez se miraron entre sí, otra razón buena que encontraba McCartney para justificarse, para actuar pareciendo él el héroe de la situación como le gustaba hacerlo todo el tiempo, bueno esos eran los pensamientos de George.
Ringo se pasó la mano derecha por el cabello, sinceramente esta vez no apoyaría a su amigo George, estaba de lado de Paul a él también le urgía que Yoko Ono se largase del grupo de una vez por todas, y si de verdad es que entre John y Cyn podía volverse a dar algo pues cooperaría con todo gusto. Él tampoco quería quedarse sin The Beatles.
-Está Bien McCa.-Paul sonrió al escuchar la voz de Ringo, no pudo evitar abalanzarse sobre él y abrazarlo fuertemente.-¡Ya! No me atosigues tanto pensaran que somos gays.
George y Paul se echaron a reír de buena gana, por su parte McCartney aceptó que fue bastante ‘’efusivo’’ logró tener el apoyo de Ringo, solo le faltaba el de George para sentirse completo, Le miró fijamente durante varios minutos; esa mirada desarmó por completo al guitarrista, ojalá que John nunca supiese que ellos estaban de tras de todo porque si no, los iba a hervir vivos.
-Te apoyo.-George palmeó la espalda de Paul.- Después de todo ¿Qué es de los tres mosqueteros sin D’Artagnan? A parte será divertido ver por televisión como se pelean ese par, siempre me divierten aunque Cyn, si llega a asustarme.
Paul y Ringo soltaron la carcajada, ese George, la prensa se equivocó rotundamente al llamarlo de un modo erróneo ‘’El beatle tranquilo’’. Sí a lo mejor esa es la imagen que le gustaba aparentar con los reporteros, el de un chico de Liverpool bien portado, que no se deja engatusar por las artimañas de sus compañeros; pero si se iban a lo que era en realidad al interior del grupo, George podía ser el hermano de John en cuanto a bromas.
A Paul todavía no se le olvidaba cuando le puso a su guitarra pegamento cristalino,  cuando el cogió la guitarra solamente sintió algo parecido a agua, no le dio importancia y siguió tocando. Pero con el paso de los minutos empezó a sentir como sus dedos se entumían en las cuerdas de la guitarra, John y George se miraron entre sí mientras se partían de risa viendo como su compañero con ayuda de Ringo y de la propia Yoko intentaba quitarse de encima el instrumento.
-¿Entonces que?-Paul tomó a Ringo y George por los hombros.-¿Para cuando quieren ir a la telvisora?
George se encogió de hombros, en cuanto a Ringo solo soltó un ‘’cuando tú quieras’’. Paul le tomó la palabra, ese ‘’cuando tú quieras’’ era precisamente ese momento.  Cada uno tomó sus cosas caminando al auto de Paul.
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Cynthia ya estaba aparcando su auto en el estacionamiento del instituto católico en que tenía a Julián, miró su reloj, eran las cuatro cuarenta y ni rastro de Lennon, la junta empezaba en veinte minutos y si Lennon no llegaba como prometió, ella haría viaje especial hasta su departamento para decirle a Yoko lo bien que se sintió después de tener el pene de John taladrándole la vagina nuevamente.
Ocupó el tiempo que quedaba libre en maquillarse, terminó de conducir el noticiero de las dos y media; apenas le daba tiempo para irse a su casa, bañarse, cambiarse, hacerle la comida a Julian, llevarlo a casa de Ringo y para finalmente volver a Sony Studios, conducir nuevamente un programa de espectáculos donde ella era a parte de cuatro personas la presentadora.
Dio gracias a dios por que el tráfico neoyorquino no estuviese tan terrible aquella tarde, sino Julián no le perdonaría el haber llegado media hora tarde a sus juntas otra vez, algo que había ilusionado mucho al niño fue enterarse de que por primera vez después del divorcio su padre iría con ella. Apenas lo supo Julián empezó a brincar por toda la casa sin importarle que hubiese tirado aquel jarrón hindú de ocho mil dólares que le regaló Edward. Tampoco a ella, si es que Edward notaba la próxima vez que fuese a su casa la falta de aquel jarrón diría que fue ella quien lo tiró por accidente.
Volvió a mirar su reloj faltaban cinco minutos para que la junta diese inicio y no había rastro todavía de John Lennon, pintó una sonrisa malvada en sus labios entonces si como ella pensaba las cosas John no iba que se atuviese a las consecuencias. Fue muy clara antes de salir del camerino, saliendo de la junta tenía planeado ahcer la tan ansiada visita a Yoko.
Mas unos golpes en el vidrio de su auto le hicieron deshacerse de tales pensamientos, se giró vendo a un Lennon malhumorado, ella al contrario puso su mejor cara abriéndole la puerta del co-piloto a su ex marido.
-¿Por qué tardaste tanto?-Cuestionó sin dejar de maquillarse.-Estaba maquinando que le diría a tu amantita cuando terminase la junta.
John dejó escapar un  bufido, ¡Bah! Ni falta que iba a hacer porque apenas salió de Sony fue directamente a su departamento, sentó a Yoko y le contó todo con lujo de detalles.
Para su sorpresa Yoko no le hizo ningún reproche, aunque bien sabía que lo que le confesó le dolió; lo que si le agradeció a la japonesa fue que le dejase hablar, Yoko no lo interrumpió mientras contaba su parte de los hechos. Pero en cuanto Joh terminó su relato, Yoko se levantó, fue hasta su habitación y comenzó a hacer su maleta.
John se llenó de terror de momento pensó que Yoko lo dejaría, para su fortuna no fue así. La primer hija de Yoko cayó enferma Yoko solamente le estaba esperando para avisarle que se iba a Boston por unos meses; solo en cuanto su hija recobrase la salud volvería con él a Nueva York.
-Pues creo que irás a hacer ese viaje de a gratis.-Cynthia miró con el rabillo del ojo a John comiéndose las uñas, bueno un peso de encima menos si era que John le contó por él mismo todo lo que había pasado entre ellos.-Yoko ya lo sabe, fue lo primero que le dije al llegar a mi departamento.-Luego recordó a Julián, solamente esperaba que esa perra no le hubiese dicho nada al niño.-Espero que no le hayas dicho nada de lo ocurrido a Jules porque si me llego a enterar…
-Tranquilo señor violencia.-Cynthia puso su mano en el muslo de John, empezando a trazar un camino desde la rodilla hasta sus partes intimas, estas solo las tocó con la uña de su dedo índice, John le miró completamente enojado, lo único que hizo fue tomar la mano de Cynthia y apartarla de él.-Puedes estar tranquilo que Julián no sabe ni sabrá nada de lo que pasó esta mañana, y espero que no se vuelva a repetir Lennon.
John dejó escapar una carcajada, por su parte ya no habría una segunda vez no iba a negar que lo de la mañana le gustó y mucho como todo hombre pero, después de tanto batallar para poder estar con Yoko, no volvería a tocar a Cynthia Powell; ahora trataría de frenar mas sus impulsos, de tranquilizarse para no cometer las locuras que bien lo podían meter en varios problemas.
Porque Cynthia desde hacía dos años para la fecha solo representó para él un constante problema en su relación con Yoko.
-Pues mas te vale, baja del coche, ya está a nada de empezar la junta.
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A las ocho de la noche, Cynthia se encontraba sola en su departamento, la junta trató de el desempeño académico de los alumnos, se entregaron las boletas de fin de bimestre y a ella y a John les complació saber que su hijo ocupaba el puesto número uno en el cuadro de honor, eso le valió a Julián una salida acompañado de su madre y padre.
Esa salida se hizo solo porque Cynthia le tuvo que rogar a John, no podía creer que para Lennon Yoko estuviese por encima de su propio hijo.
 Entre tanto John no podía dejar de festejar el buen desempeño que el pequeño Jules tuvo durante el bimestre; consideró antes de decidir cualquier cosa, bien Cynthia tenía razón. El niño se portó bastante bien, era normal que ella quisiese recompensarlo con una ‘’salida en familia’’.
Finalmente estuvo de acuerdo, manejó hasta el edificio donde vivía para dejar en el estacionamiento su coche, luego subió al de Cynthia juntos fueron a la casa de Ringo a recoger a Julián y de ahí a McDonald. La cena transcurrió con las charlas de Julián a cerca de lo que pasó en la casa de Ringo; Paul llevó a Linda y  Heather iba con ellos por lo que Ringo les dejó salir a jugarcon la condición de no hacer ningún destrozo a los rosales de Maureen. John rió de buena gana cuando Julián platicó que pasaron por alto la principal regla de Ringo.
En pleno juego de soccer Heather pateó tan fuerte la pelota que había ido a dar precisamente en  el rosal que daba las rosas blancas, el favorito de Mo, este al recibir el impacto se le cayeron algunas ramas. Ellos las recogieron rápidamente, después de  recogerlas no supieron que hacer, pero Zac vio el camión de la basura acercarse por lo que decidieron dárselas a ellos. Al salir del restaurante, John propuso ir al cine, y después a pasear por ahí.
El resto de la tarde lo pasaron en un parque que estaba algo alejado de la ciudad, pero era perfecto para un pequeño momento en familia,  durante el camino de regreso Julián se quedó dormido lo que le dio tiempo a John de pedirle permiso a Cynthia para planear otra salida juntos, a fin de cuentas Yoko no se encontraba en la ciudad por lo que el después de EMI no tenía nada más que hacer en su departamento; mas que hacer la limpieza, dormir , ver televisión, comer y volver a dormir. Ese tedio le estaba dando asco.
Sentía que necesitaba distraerse y que mejor pretexto que utilizar a Julián. Cynthia aceptó, la próxima salida esta vez sería de nuevo Disneyland. Estaba segura que a Jules le encantaría la idea dado a que también ella iba a ir.
Linda le estaría esperando ya en el restaurante, habló apenas llegó a su apartamento diciendo que había cambiado de opinión, que si no podía reunirse con ella a las ocho dado que a las nueve tenía un compromiso con Paul.
Cynthia terminó de cerrarse la cremallera de su vestido para salir nuevamente de su apartamento.
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John estaba remolineándose en la cama. Se quedó completamente solo y a cada que cerraba los ojos las primeras imágenes que se le venían a la mente eran las de él y Cynthia en ese maldito camerino, lo volvían a poner duro, ya tenía perdida la cuenta de las pajas que se había hecho en un afán por controlarse.
Era algo con lo que no podía. Simplemente no se explicaba que demonios estaba pasando; durante dos malditos años pudo vivir perfectamente bien a raíz del divorcio, solo en esta etapa que era cuando mas discutía con Cynthia, bueno más de lo normal dado a que sus antiguas discusiones nunca terminaban teniendo sexo en un sofá. Se dio cuenta de que así nunca podría recuperar el sueño, necesitaba follar, pero follar duro, un buen sexo sería lo que le devolviese las ganas de dormir.
Se levantó de la cama metiéndose al baño. Duró dentro unos cinco minutos tratando de volver a poner su mene en orden, pensó que el bañarse con agua helada le haría entrar en razón pero lo que provocó fue que las ansias de sexo le crecieran más todavía. Fue directo a su closet, la noche por lo visto se iba a poner fría por lo que sacó un jersey  color gris rata con cuello alto, pantalones de mezclilla, unas botas y al fin estaba listo para ir de putas.
Salió buscando su coche en el estacionamiento, encendió el camaro poniendo todo el pie en el pedal de la gasolina,  condujo hasta el Ritz, un bar donde solía reunirse con los chicos para pasar una buena noche, platicar, olvidarse de The Beatles y bueno conseguir chicas. Le dejó las llaves del auto al Ballet quien estaba fascinado por tener enfrente a John Lennon, John ya estaba mareado con el cuento de que cuidaría de su auto como si fuesen sus dos ojos.
Se olvidó del ballet, guió sus pasos hasta la puerta del bar. Dentro el ambiente estaba bueno. Chicas sexys por todos lados, unas un poco aventadas no paraban de tocarlo él simplemente se hacía el de la vista gorda. Se quedó parado en medio de la pista hasta que vio que en el segundo piso alguien muy familiar le saludaba con la mano, eran Paul y George. Se quitó el jersey dejándose encima una camiseta pegada al cuerpo en color negro, volvió a andar caminando hacia la mesa una vez que llegó. Se sentó desganado en la única silla que quedaba libre para él.
-¿Y tu porque tienes esa cara?-Pregunto George al tiempo que metía su mano por debajo de la falda de una despampanante morena, esta solamente le acariciaba el cabello.
-Nada.-Lennon alzó su brazo para llamar al en serio, estaba muriéndose de sed y un buen wiskhey no le sentaría nada mal.-Solo son problemas, ya saben Cyn, Yoko, Julián estoy que me vuelvo loco.
George asentía pero en realidad no escuchó nada de lo que John dijo por estar entretenido con esas piernas de muerte que se cargaba Olivia, ¡vaya mujer! De ahora en adelanta estaba seguro que su único tipo serían solamente las mexicanas. Sin embargo Paul se metía adentro cada palabra que dijo John usándola mas delante como un arma en contra de Yoko, a quien cada vez sentía que estaba venciendo al fin, Cyn estaba haciendo lo suyo sin que él metiese las manos para nada. Powell solita se encargaba con provocar feas discusiones entre la Ono y John solamente por existir Julián.
Como las cosas siguiesen llevando el curso que llevaban su plan saldría a la perfección, que decía a la perfección a pedir de boca si Yoko pensó que les arrebataría a John, pues estaba equivocada. Estaba seguro que entre John y Cynthia no estaba todo tan perdido, después de que Johnny se pusiese celoso por el echo de que su mujer posase desnuda para ser vista por varios hombres pues no estaba normal. Algo más tenía que haber muy en el fondo del corazón de John y ese algo quizá era amor.
John se acabó su trago, volvió a mandar llamar al mesero pero al desviar su vista hacia la puerta lo que estaba arribando al bar lo dejó pasmado, inmediatamente echo de aquí a la compañía de Paul. Este también se puso serio fingiendo reírse, George siguió acariciándole las piernas y algo mas a Olivia, estaba empezando a cachondearse y la necesidad de pasar un rato a solas con aquella fogosa mexicana pues estaban siendo grandes por lo que antes de nada dejó la mesa caminando con Olivia de la mano hasta los privados. John por su parte seguía con sus ojos puestos en la entrada, su ex mujer y Linda acababan de arribar al bar, no se quejaba de la vestimenta de Linda iba solamente con unos vaqueros, una blusa de vestir…pero de Cynthia, ese maldito vestido que llegaba mucho más arriba de la rodilla le hacía parecer una puta en lugar de una mujer madre de familia, era para que a sus 29 años supiese lo que eran la realidad de las cosas, su adolescencia la dejó mucho tiempo atrás ahora solo le restaba comportarse como lo que era, toda una señora.
Las siguió con la mirada sin disimular en lo más mínimo, vio que llegaron hasta la última mesa, Linda levantó su mano llamando al mesero al parecer ni siquiera se daba cuenta que su señor esposo estaba en el mismo lugar, hacía unos minutos besuqueándose con una rubia.
Cynthia buscó en su bolso su acostumbrada cajetilla de cigarrillos. Los cigarros, eran un vicio que adquirió cuando se casó con John, recordaba que muy de principio no toleraba el humo del tabaco, pero  gracias a la convivencia diaria con Lennon le gustó y hasta lo experimentó. Una sola vez probó con las drogas el LSD, gracias a que en una visita al dentista de Lennon este colocó la sustancia en las tazas de té incluida la suya. Revolvió su bolso buscando un encendedor, en lo que buscaba no se percató de la presencia de un muchacho a su diestra.
-¿Qué se te perdió cariño?-Habló Cynthia lo mas seductoramente que pudo.
El muchacho se puso tenso, logró divisar desde el otro lado al John Lennon quien le miraba con cara de pocos amigos, el tema es que hace poco acababa de adquirir la playboy, el hecho de tener a Cynthia Powell ahí en el mismo lugar que le dieron el valor suficiente para pedirle a la ex de John quien le hiciese el favor de firmarle su revista, firma que después presumiría en el colegio y en donde pudiese.
-¿Cynthia Powell?
-Mhm.-Respondió Cynthia luego de dar su primer bocanada al cigarro, con la misma sensualidad de antes colocó el pequeño cilindro de nicotina en el cenicero.-Todavía no me has dicho que quieres, por si no has notad cariño quiero divertirme y contigo aquí pues…no puedo.
Nail tomó más aire del que necesitaban sus pulmones, sacó del bolsillo interior de su chaqueta la revista tendiéndosela a Cynthia con un bolígrafo.
-¿Me la puede firmar señora Powell?
Cynthia se sintió halagada el primer ejemplar que le pedían que firmara, no lo pensó dos veces, tomó el bolígrafo imponiendo pulcramente su firma con la dedicatoria ‘’con todo mi cariño para Nail Hoppkins : Cynthia Powell’’. Terminó la descripción dándole la revista al muchacho, quien se retiró complacido del lugar.
Linda por su parte desde hacía rato se percató de la presencia de John en el bar con el rabillo del ojo veía como George y Paul lo sostenían de los brazos para que no fuese a arruinarle su pequeño momento a Cynthia, obviamente concordaba con Paul John estaba celoso, sin embargo en la segunda idea de que aun amase a Cynthia no, quizá solamente era el orgullo herido lo que le hacía actuar de manera posesiva tanto con Yoko como con Cynthia, pero eso no significaba que fuese por amor.
-¿Y bien Cyn?-Linda dejó su cigarro en el cenicero para dar un sorbo a su vodka con toronja.-¿Qué eso que te acongoja tanto?
Cynthia recordó otra vez lo de la tarde, eso era algo que difícilmente se podía sacar de la cabeza, por lo que no podía evitar sentir coraje a si misma diciéndose interiormente estúpida, por pensar en alguien que compartía sus noches con otra que sin importar cuán fea fuese estaba a punto de casarse con ella.
-Esta tarde John fue a mi camerino.-Linda rodó los ojos ¿Hasta cuando iba a parar ese jueguito de Cyn y John? Ya estaban divorciados; era para que cada quien dejase al otro hacerlo que le viniese en gana, a fin de cuentas ya ninguno de los dos compartía sus vidas.-Primero me reclamó lo de la revista me dijo que debería darle el ejemplo a Julián…
-¡El ejemplo!-Linda le dio un manotazo a la mesa, ¡era increíble que John hablase de ejemplos cuando él era el primero en no darlos!- Por dios que no diga tonterías, primero que él los dé antes de pedir a otros que los hagan, ¿O quien fue el que abandonó a su familia por una puta japonesa? ¿Tu? ¡Ja! Que no me haga reir. ¿Y que le dijiste?
Cynthia tragó saliva, de todas las palabras que Linda soltó en su coraje todas eran ciertas, de alguna manera quien menos derecho tenía a hablar de ejemplos era John, pero bueno John veía la viga en el hoyo ajeno, eso hacía con ella estarla acechando. En cierta manera era más posesivo ahora que estaban separados que cuando estuvieron juntos, de algún modo Cynthia sentía que en ese tiempo tenía poca más libertad, aunque estuviese casada, a John no le importaba una mierda lo que hacía o dejase de hacer, con el tiempo se fue acostumbrando a eso tanto que la idea de ser ignorada por su propio compañero le agradaba, Cuando John no llegaba en días a Kenwood Cynthia se sentía libre, contenta y relajada tanto que podía darse el lujo de invitar a unos cuantos conocidos varones de la escuela de arte y charlar sobre obras y cualquier cosa que no fueran John Lennon y The Beatles.
Sin embargo cuando volvía dejaba marchar su libertad con la esperanza de que en otra gira mas la recuperaría.
Con el tiempo ella también empezó a ignorarle eso pasó los últimos años de su matrimonio, cuando lo de su amorío con Paul, Cynthia pensó seriamente en pedirle el divorcio a John dado a que Paul le dio un anillo de compromiso que aun guardaba en la cajita de rapé roja, y también con el mismo moño. Sin embargo desechó la idea; Brian aun estaba vivo. Le prohibió rotundamente pedirle el divorcio a John dado a que eso afectaría la imagen del grupo, lo que Epstein no estaba dispuesto a dejar que pasase, mucho tiempo les costó a los chicos llegar hasta donde estaban como para que una relación tormentosa entre Paul y Cynthia lo echara a perder todo.
Cynthia volvió a obedecerlo, se conformó con seguir viéndose a escondidas en aquella cabaña internada en el bosque que Paul rentaba a un amigo cada Lunes, miercoles y viernes donde ambos dejaban que sus pasiones y deseo carnal saliesen a flote en aquella cama matrimonial con velos y dosel. La magia terminó siete meses después, John se dio cuenta de todo, obviamente se puso furioso pero sin embargo no tomó represalias contra ella sino contra Paul el hecho: quedar embarazada del mismo McCartney.
Cada que pensaba en el bebé que perdió al caer las escaleras de EMI Music en Londres; daba rienda suelta a su imaginación, en su mente aparecía una hermosa niña de cabellos castaño obscuro y facciones infantiles; como las de su padre mientras que de ella sacaría los ojos verdes esmeralda, los labios carnosos y bueno el cuerpo regordete que tuvo en un principio, justo antes de someterse a las cirugías y liposucciones. Pero John le quitó esa oportunidad, por ese simple pero poderoso motivo odio a John Lennon. EL día que el juez dictó finalmente sentencia de divorcio reconoció que fue el más feliz, recorrió corriendo las calles de Liverpool con los brazos abiertos sin importarle que estuviese lloviendo a cantaros y llegase a casa peor que una sopa.
-¡tierra llamando a Cyn!-Linda tocó su cabeza con el puño derecho.-Ibas a decirme algo ¿No lo recuerdas?
-Ah sí, tuve sexo con John Linda.
Esta vez Linda McCartney dejó caer la quijada ¿Cómo que sexo? ¡wow! Esperaba todo menos esa confesión, aunque a decir verdad Cyn no se veía del todo avergonzada, parecía como si le gustara lo que ocurrió pero le daba vergüenza admitirlo dado a que quizá se sentía algo tonta.
-¡Ay Cyn!
-¡Lo sé!-Cynthia se tomó de los cabellos, ni ella misma sabía cómo se sentía.-Pero no pude evitarlo, ni siquiera hice el menor esfuerzo por quitármelo de encima solo me dejé llevar, ahora estoy muy confundida pienso en Ed y me siento terriblemente mal. ¿Sabes que Linda? Creo que voy al tocador, necesito pensar, estar sola y este ruidajo no me auyda a mucho.
Linda lo pensó mejor, lo que Cynthia necesitaba no era un tocador sino su departamento, mucho mejor ahora que dejaba a Julián en casa de Ringo; le daría oportunidad para pensar mejor las cosas, poner en orden sus ideas y decirdir de una vez por todas si Edward Lewis era el hombre con quien pasaría el resto de sus días o no.
-¿Por qué no nos retiramos?-Linda tomó su mano, ella ya sabía de la estadía de Paul dado a que no le quitaba el ojo de encima.-Ya es tarde y yo necesito ir a casa con las niñas. ¿Platicamos mañana te parece?
Cynthia obedeció, tomó su bolso y en compañía de Linda salieron rumbo al estacionamiento, por su parte Paul se despidió de los chicos John confesó haber tenido una tarde de sexo con Cyn, lo de esa noche aunado con lo de la tarde seguro haría más reacciones secundarias entre ese par, lo mejor era dejárselas claro para que se relajaran y dejaran escapar sus ideas aunque fuese en una maldita cama retozando como animales.
Logró darle alcance a Linda invitándole a irse a casa en su auto, Linda se despidió de Cynthia dejándola sola en su coche.  Cyn observó como el auto de Paul se alejaba del bar perdiéndose a dos cuadras mas. Cuando ella al fin se decidió a marcharse se sobre saltó al encontrarse a Lennon, la persona que menos quería ver en ese momento justo de tras de ella con una cara de demonio que para que quería.
John no le dio tiempo de nada, la tomó del cabello obligándole a ponerse demasiado cerca a él, esta vez no fue como en la tarde, Cynthia manoteaba y daba de patadas; la fuerza qué John ejercía sobre ella era más fuerte. Pronto logró doblegarla de  nuevo uniendo con dificultad sus labios. Cynthia mordió fuertemente su labio inferior logrando sangrarlo, John se apartó de ella limpiándose la sangre con la manga de su sweter, Cynthia se quedó esperando cualquier reacción. Sin embargo lo que John hizo fue cogerla del brazo y meterla a la fuerza dentro del coche. Mientras conducía como un loco por las no tan transitadas calles rumbo a su departamento
Estaba dispuesto a repetir lo de la tarde, poco le importaba Yoko ahora lo que más quería era volver a estar dentro de la cavidad vaginal de Cynthia.; como hacía unas horas; ansiaba sentirla húmeda envolviendo sus caderas con su piernas, quería que lo volviese a sentir y lo lograría. Como que se llamaba John Wintson Lennon.
















lunes, 9 de septiembre de 2013

Duras verdades

Luego de ese desafortunado encuentro en el restaurante, Cynthia ya no se volvió a topar a John, a base de gritos John comprendió o fingió comprender que Cynthia tenía derecho de rehacer su vida con quien mejor le pareciera. Él por su parte se dedicó a viajar con Yoko, para eso de la promoción de Let it be, hubo algunos problemas sobre todo con el marica poco aguante de George.
Quien luego de un destrampe cogió su guitarra y abandonó el estudio sin más ni más, Ringo y Paul se quedaron con la boca abierta, mirando como George salía del estacionamiento de EMI Music sin embargo el hecho de que George se pusiese sus  moños y tuviese a los demás con el alma ardiendo no le caló a John; quien sin tal vergüenza propuso que contrataran al mejor amigo de este, o sea a Eric Clapton.
Fueron semanas de tratar de convencerlo, Clapton, el grandísimo joto de Clapton no quiso unirse, George volvió días después, con lo que pudieron continuar con la producción.
Yoko por su parte estaba que no se daba gusto de alegría al fin John le había propuesto matrimonio, enfrente de todos, Paul y George fueron los únicos que no estuvieron muy de acuerdo con la idea. El que más o menos aceptó la idea fue Ringo, el batería del grupo.
Cynthia también llevaba una vida más amena alrededor de esos tres meses de paz que le brindó Lennon, no supo de donde le entró la cordura a su ex marido sin embargo se la agradecía de todos modos. Las cosas con Edward Lewis pintaban de maravilla, la prensa ya parloteaba acerca de la nueva unión de Cynthia y veía como todas las noches en el noticiero de las once en punto se preguntaban a diario que pensaría John Lennon.
No pararon de asediar hasta que una noche le tocó ver un reportaje donde Cindy Crower le preguntó al beatle que opinaba del nuevo novio de su ex mujer.
John de momento se quedó quieto, solo miraba a la reportera fijamente a través de sus lentes de abuelita y segundos después se  carcajeo. Declaró que ella tenía todos los derechos de vivir su vida como mejor le pareciese, solo le pedía que tomara en cuenta el hijo de ambos, y que Edward Lewis era un buen chico.
Eso fue todo por parte de John Lennon, esa entrevista surgió pocos días después de lo que sucedió en el restaurante, ella no volvió a tener otro altercado con John, también las cosas en cuestión con Yoko y Julián fueron de maravilla esa semana precisamente John llevaría a Julián a Disneyland precisamente SIN YOKO eso es lo que a ella le preocupaba.
Para el verano de 1969 le llegó una oferta para desnudarse en la Playboy; ella aunque sonase raro siempre quiso hacer algo parecido a ello. Apenas le llegó la oferta se puso a trabajar mucho mejor su cuerpo, se hizo algunas operaciones en los senos, caderas y glúteos, en fin quería lucir como toda una conejita playboy.
Aunque la sesión de fotos saliera en agosto, siempre era bueno ponerse a trabajar desde meses antes. Esa semana se iría a Hawaii con Edward en lo que Jules se divertía con su padre, también aprovecharía para pescar un buen bronceado que ya le hacía falta.
Eso lo mantuvo oculto durante algunas semanas, no quería que saliese a la luz que la ex de John Lennon, se iba a desnudar para una revista cuyos clientes eran especialmente los hombres.
®®®®
El tiempo seguía pasando rápido, parecía que entre Cynthia y John ya no habría más acercamientos lo que ponía con los nervios de punta al pobre Paul. Ese mismo día salió de su casa con rumbo al hotel donde tendría lugar la conferencia para la presentación oficial del álbum. Estaban todos muy contentos, sobraba decir que también bastante ansiosos.
George era en ejemplo de ello, desde que llegó al hotel parecía una locomotora no dejaba ni un segundo los cigarrillos hasta que Ringo le arrebató la cajetilla.
-¡eh!
Vociferó el nervioso beatle mirando casi fulminantemente al batería, Yoko que miraba todo desde una esquina consideró el hecho divertido, aunque su relación con George no era del todo buena no perdía las esperanzas de llegar a congeniar algún día con él. Ella también se unió a las carcajadas del grupo.
George Martín anunció la llegada de The Beatles a la zona donde se haría la conferencia, John se despidió de Yoko besándole los labios, Paul de Linda, George solo se frotó la cara algunas veces y Ringo tomó aire. La japonesa se quedó sola en la habitación, veía que la entrevista duraría alrededor de dos horas, como no tenía nada que hacer se conformó con ver la televisión.
Justo en ese momento se le abrieron los ojos cuando por la pantalla comenzó a ver las fotos de Cynthia Powell totalmente desnuda, se comenzó a poner nerviosa, por los comentarios de los conductores del programa las fotos se habían tomado el día anterior, eran recientes…muy recientes.
Eso significaría que John volviese a enfadarse y como resultado la volvería a buscar para reclamarle, Yoko sentía que desde hace meses Cynthia se convirtió como en una especie de droga para John, aunque no la viese todos los días encendía el televisor del departamento para ver ‘’Buenos días Nueva York’’ no se despegaba de la pantalla hasta que el programa terminaba.
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En  la rueda de prensa, los reporteros hacían sus preguntas sin parar, muchas veces los chicos no tenían respuesta para ellas, pero no las dejaban sin contestar, respondían cualquier tontería pero el caso era mantener a la prensa tranquila y contenta que ese era su principal talento por así decirlo
-Howard Thomas de New York Times. ¿Paul es verdad que escribiste Let it be para tu madre?
Paul se quedó callado, de momento no supo que contestar, no le gustaba que le preguntasen ese tipo de cosas de donde sacase la inspiración para escribir era cosa suya de nadie más.
-Lo que pasa es que de pronto ha de haber echado de menos a su mami.-John habló fingiendo llorar, George le pasó un pañuelo desechable, pero John prefirió sonarse la nariz con la chamarra de George.-Gracias George, lo que pasa con Paulie es que es bastante sentimental, tiene corazón de pollito.
Las risas no se hicieron esperar, Paul fingió ponerse rojo y se cubrió la cabeza con el mantel de la mesa, sin embargo había otras preguntas.
-¿Entonces quiere decir que ya volvieron a ser los mismos de siempre no? Es decir que la infidelidad de Paul con tu esposa ya no tiene que ver.
-Ah…pues…este…Paul…Cyn…Yo…
John por primera vez en su vida se quedó sin palabras, no supo ni que decir ante esa pregunta si bien la infidelidad no fue algo que le doliese demasiado, era justo que le pasase eso dado a que él se metió en la cama de Linda McCartney y no precisamente para contarle cuentos para dormir, lo que le caló bastante fue lo del embarazo, sí, si lo hizo rabiar, en su momento le costó muchísimo ver hasta donde había llegado Cynthia con todo ese numerito que montó. Le preocupaba que Paul se tuviese que casar con ella para darle su apellido a la niña pero ¿Y Jules? ¿Qué iba a ser de Julián?
-¡por supuesto!-Agradeció el hecho de que Paul le devolviese el favor.-Nosotros no hemos dejado de ser amigos, ya saben nos han pasado varias cosas y sin embargo pues aquí estamos ¿No es así Johnny?
John respiró profundo, si eso era algo.
-¡Claro Paulie!
-¿John ya sabes de la oferta que los de Playboy hicieron para Cyn?
Eso fue la gota que derramó el vaso, ¿Cynthia en Playboy? ¡Y DESNUDA! Hija de puta, si bien que sabía cómo hacerlo ir hacia ella.
-¿Qué jodidos me has dicho?
John apretaba el vaso que tenía demasiado fuerte, el cristal comenzó a cuartearse dado a que mientras más tardaba el reportero en volverle a repetir la pregunta, mas se enojaba John.
-¡REPITE LO QUE ME DIJISTE HACE UN MOMENTO CABRÓN!
Cuando los chicos quisieron hacer algo para ponerle un alto a John este se encontraba encima del reportero jalándole del cuello de la camisa, el pobre Tommy Adams de News Foxworld le estaban temblando las piernas, le dijo eso a John solo porque pensó que de algún modo el Beatle estaba enterado ya, pero a juzgar por su reacción al parecer no sabía nada de nada.
John dejó de estrujar a Tommy no sin antes ofrecerle una disculpa por su comportamiento. Enseguida se fue lo más rápido que pudo a su habitación, al entrar buscó como desesperado las llaves de su camaro y se colocó la chaqueta.
-¡John!-Yoko lo llamaba a gritos.-¡JOHN LENNON!
-¡VETE A LA MIERDA!
John azotó la puerta de la habitación empujando a su paso a un McCartney que lejos de estar preocupado, se veía completamente feliz, al fin el milagro que tanto había ansiado se estaba volviendo realidad.
-¿Qué lo seguimos o lo dejamos ir?-Cuestionó Ringo cogiendo las pertenencias que le pasaba un camarero.
Paul se quedó pensativo, no lo mejor sería dejarle solo esta vez, él por su parte tenía un plan que platicarle a los muchachos solo que en un lugar más intimo.
-Creo que lo mejor será dejarlo solo.-Respondió Paul tomando también sus cosas al tiempo que pasaba a George las suyas.-Pero yo necesito platicarles de algo que me surgió de ver un reallity sohw anoche. ¿Por qué no vamos al bar para contarles todo tranquilamente muchachos?
George y Ringo asintieron, salieron del pasillo al tiempo que una Yoko bastante enojada salía de aquella habitación en pos de John Lennon. Llegó al estacionamiento, solo que para su sorpresa John ya no se encontraba ahí.
®®®®
John aparcó el camaro a la entrada de Sony, que era la compañía televisora para la cual trabajaba Cyn, dejó el auto encargado con el ballet, él entre tanto subía las escaleras con rumbo a recepción. Ahí la recepcionista de nombre Nancy le facilito un gaffette con su nombre y una fotografía tamaño infantil instantánea.
-Que tenga buena estancia por aquí señor Lennon.
-Eso espero cariño.
John empezaba a caminar, la chica siguió mirándole algo coqueta y él pues, como todo hombre tenía ganas, así que retrocedió, se brincó el mostrador y besó a Nancy apasionadamente. Al poco tiempo se separó de ella con los labios hinchados.
Nancy estaba que no se lo podía creer, al fin cumplía su sueño dorado: Besar a John Lennon, pero si la situación lo ameritaba quería que ese beso fuese con mas.
-Creo que está muy claro lo que quiero de ti no pescadito.
John restregaba su nariz en el cabello de Nancy al mismo tiempo que su mano se entretenía con el sexo de la chica que para variar ya estaba bastante húmedo, lo que terminó poniéndolo peor que una piedra, el bulto dentro de sus pantalones crecía cada vez mas y la endemoniada muchacha no tenía para cuando llegar al maldito orgasmo.
-¡oh sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡mmhh señor Lennon oh!
John miró hacia el techo, al fin llegó, pero quería ir a la mejor parte, una simple paja femenina que hizo no le iba a calmar a él las ganas.
-Oye amorcito, sé que esto es poco. ¿Qué te parece si buscamos un lugar que importa si no sea muy cómodo pero en donde podamos practicar nuestras cosas tu sabes no? Intimas.
Nancy sonrió de medio lado, atrajo a John de la camisa llevándolo hasta el cuarto de limpieza, ella entró después de que John lo hiciese, una vez que se acomodó la empotró en la pared más cercana, subió sus piernas en su cintura, subió la falda de la chica hasta la cintura y comenzó a embestir.
La muchacha gemía con mucha más fuerza, aferrándose a su cabello siguió disfrutando de los favores de John Lennon. Cuando sintió que su pene ya no estaba tan duro como antes, John embistió más rápido y con más duro logrando darle un segundo orgasmo a la muchacha.
Nancy una vez que se recuperó del orgasmo hundió su cara en el hombro de John aspirando ese maldito perfume que la enloqueció por unos minutos. John por su parte la bajó de su cintura subiéndose los pantalones y la ropa interior.
-Gracias por eso amor un favor mas nena ¿Puedes decirme en donde está el camerino de la señora Powell?
-Tercer piso, enseguida del camerino de Collin Ketcher.
-Gracias.
®®®®
Cynthia antes de irse a su departamento tuvo la visita del director de la Playboy, estaba bastante contento, los ejemplares estaban vendiéndose como si fuesen pan caliente y las ganancias llegaban a los miles de millones eso era un dato histórico, ninguna mujer les había dado a producir tanto dinero como la ex de John Lennon y futura de Edward Lewis.
También Edward se encontraba en su camerino hojeando la revista, a cada página que veía se le salían los ojos, ese Lennon debió haber estado drogado, ebrio o loco como para dejar ir a semejante mujer.
-Como le decía Cynthia, los ejemplares se venden por todos lados, usted está siendo todo un éxito ¿No querría hacer una segunda sesión?
Cynthia estaba halagada, nunca pensó que se venderían tantos ejemplares, para ella era cosa de no creer, apenas salía la revista y ya se compraba por todos lados.
-Pues para mí sería perfecto, usted dígame cuando me requiere y…
Todos giraron hacia la puerta, la cual fue abierta de una sola patada dejando ver a un John Lennon con cara de pocos amigos, Edward guardó la revista mientras que Cynthia y su invitado permanecieron con los ojos fijos en el invasor que se acercaba a ella a pasos grandes.
-¿Así que posaste para una revista de caballeros Cyn?
Cynthia sonrió cínicamente, tanto el director de la revista como Edward se habían retirado, dejándola a ella sola con John quien ahora estaba sentado justo enfrente de ella.
-¡MIERDA CYNTHIA TE HICE UNA MALDITA PREGUNTA!
El silencio cínico de Cynthia lo hizo salir de sus cabales, John se encontraba estrujando a Cynthia de los hombros al tiempo que la empotraba en la pared. Cynthia sintió dolor sin embargo no se quejó, solo cerró los ojos y tragó saliva como último recurso.
-Pensé que eras una señora Cyn. ¿Qué demonios haces tú posando para una revista de ese tipo? ¡¿Qué PUTO EJEMPLO LE ESTÁS DANDO A JULIÁN?!
Cynthia se hartó pronto de tantos reclamos, se zafó como pudo de Lennon caminando al otro extremo del camerino.
-Me hablas de moral como si tú no hubieses cometido los mismos errores que yo John.
Cynthia hablaba tranquilamente al tiempo que fumaba un cigarrillo, ya no dejaría que Lennon le hiciese enojar. Por su parte John se quedó más tranquilo, cerró la puerta del camerino y también se sentó. Había muchas cosas que quería aclarar y que mejor momento que ese.
-Perdóname.-John se sentó en una silla subiendo los pies.-Es que no he podido contenerme, sí lo admito pero tú eres su madre Cyn, eres tú quien debe brindarle un buen ejemplo de vida ¿Cómo crees que se sentirá cuando vez esas fotos?
-¿Y que hay de ti John Lennon?-Cynthia estaba de pie nuevamente caminando de aquí para allá.-¿A caso no eres su padre? ¡¿Qué solo tiene que recibir buena educación por parte mía mientras que tú te dedicas a follarte a tu mona amarilla por las noches?! Permítame decirle señor Lennon que usted tiene un concepto bastante equivocado de paternidad. John que yo sepa no hice a Jules sola, tú me ayudaste a hacerlo y por ende tenemos que estar con él los dos.
-¡¿Y QUE ES LO QUE HAGO ENTONCES MALDITA SEA!?-John se exasperó.-Cada día que pasa trato de hacer lo mejor que puedo, le doy todo lo que está a mi alcance ¿no basta con eso?
Cynthia fingió reír, ¡perfecto! El señor Lennon pensaba que ser padre era colmar de regalos a un niño de seis años que no podía pensar por lógica porque se divorciaron sus padres, ¡Dios que hacía Lennon!
-Has vuelto a sacar cinco en la prueba de paternidad otra vez John Lennon.-Cynthia se agarró los cabellos hacia atrás, era increíble que John fuese tan cerrado e hiciese las cosas a su manera para liberarse de culpas y obligaciones.- ¿En serio crees que a Julián le gustan esos regalos caros y los viajes a Disneyland? NO, Julián quiere que estés con él como antes, John, lo que el niño quiere es que estés a su lado, Julián solo te pide una cosa: tiempo John. Pero claro para el señor lo más importante es su grupo oh no creo que el grupo queda a segundo plano con Yoko Ono encima de ti ¿No es así John?
Cynthia merodeaba por todo el camerino, a esas alturas John perdió todo el orgullo que le quedaba ahora estaba con la cara escondida entre las manos intentando parar de sollozar.  No podía creer que él mismo le estuviese haciendo tanto daño a su propio hijo, que con sus irresponsabilidades no se dañaba ni a él ni a Cynthia sino a Julián; ese  niño a quien decía amar y proteger era quien más reclamaba amor y protección cosas que él siendo su padre le negaba.
-Vamos John, siéntete libre de unirte a la conversación.
Cynthia se paró en frente de John levantándole la cabeza con su dedo índice, al notar los ojos llorosos de Lennon, prefirió seguir hablando, ahora era demasiado tarde para callarse,  ella también debía sacar todo lo que llevaba dentro.
-¿En donde me quedé? ¡Ah sí! ¿Qué fue más importante para ti John? ¿El grupo? ¿El sexo? O ¿Las drogas? No, no, no lo más importante para ti fue pasar por encima de George y Paul que aún siendo tu amigo no te dolió meterte en la cama de Linda McCartney ¿Verdad? ¿Pero que pasó cuando yo quedé embarazada? No le golpeaste hasta dejarlo inconsciente, Paul fue a parar a un maldito hospital de Londres ¿Y que hay de Victoria Franco eh? Esa perra trabaja como modelo ahora.
-¡YA CALLATE!
John no lo soportó mas Cynthia llegó a su límite quizás si fuesen ciertas todas las cosas que ella le echaba en cara pero jamás las iba a aceptar, no estaba en su naturaleza el pedir perdón.
-Cobarde.-Susurró Cynthia.
John se aproximó a ella pegándole semejante cachetazo, a continuación la tomó de las muñecas, Cynthia no sabía que es lo que le estaba pasando en esos instantes, lo más lógico era que se defendiese pero algo había que le hacía dejarse de Lennon, abrió los ojos al sentir que los labios de John se estampaban en los suyos con voraz desesperación.
De momento Cynthia mantuvo sus labios unidos en una línea recta y rígidos, estaba haciendo un mayor esfuerzo por no demostrarse débil ante Lennon sin embargo fue imposible. Poco a poco fue cediendo ante las exigencias de su ex esposo hasta que se dejó por completo de John.
Lennon estaba completamente extrañado, no gritos, no golpes, no zafadas, esa no era la Cynthia que estaba acostumbrado a ver desde 1967, era otra muy diferente, se estaba dejando BESAR, como quiso probar que eso era completamente real metió una mano por debajo de su falda, bueno ella se dejaba, ahora le estaba acariciando la parte superior de su pierna derecha. Dios era increíble, le costaba trabajo creerlo.
Sintió ganas de pegarla más a su cuerpo, por otro lado su erección había vuelto a crecer ya no le importaba, lo importante ahora era ver su Cynthia era capaz de dejarle saciar las ganas de tres años. En cuanto al echo de que le estuviese poniendo el cuerno a Yoko con su ex mujer tampoco le importaba hasta podía decir que en esos pequeños instantes el corto rato que estaba pasando con su mujer lo hacía sentir más macho por así decirlo.
Cynthia estaba enroscando sus piernas alrededor de su cintura permitiéndose sentir a toda profundidad la erección de John a través de los molestos pantalones, ella gimió ante el contacto de la pelvis de Lennon con la suya. Podía frenarlo, un buen cachetazo le haría cambiar de opinión a Lennon, pero se dejó esa sería su venganza contra Yoko Ono, ¿Qué sentiría esa mustia si supiese que su amante volvió a las andadas y con nadie más que su ex esposa? En serio que mataría por ver la cara de Yoko cuando lo supiese. Siguió besándose con Lennon, el peinador se tornó incomodo para ella por lo que a tientas lo arrastró al único sofá que tenía en su camerino.
Ahí Cynthia y John se despojaron de toda la ropa que tenían encima quedándose desnudos en cuestión de segundos. Cynthia abrió mas las piernas dándole a John una mejor cabida, Se aferró a los brazos del sofá cuando John empezó a embestir, lo hacía tan fuerte y tan rápido, pero en ningún momento emitió un solo gemido, solo se sostenía con fuerza del sofá mientras su cuerpo se movía al compás que él marcaba con sus movimientos rígidos a la vez que bruscos.
Cynthia envolvió el miembro de John con sus paredes vaginales las cuales las estrechó para sentirlo un poquito más, se encontraba con sus piernas bien ajustadas alrededor de su cintura, al cabo de poco tiempo John logra lo que más quiere, hacerla gemir, durante buen rato Cynthia se amarró la lengua, se llevó el tiempo respirando entrecortadamente y tragando saliva duro.
Pero al fin había encontrado como hacerle sufrir, una embestida bastante cruel la hizo separarse del sofá y llevar sus manos a su cabello jalándolos hacia atrás. De ahí seguirían otras, empezó a embestir de un modo salvaje, cada vez entraba y salía de ella más fuerte que las otras ocasiones eso era difícil de soportar para Cynthia, quien a esas alturas del juego estaba segura que si no hacia salir a Lennon de ella seguramente acabaría partiéndola en canal.
Cynthia se las cobró, quería que Yoko tuviese evidencias de ella por lo que alejó sus manos del cabello de John enterrando sus uñas en su espalda, trazando un camino con ellas desde los hombros hasta media cintura, John se mordió el labio inferior, en serio que las uñas de Cynthia le estaban ardiendo.
No se quedó atrás a fin de cuentas tenía mucho con que cobrarse, estaba a nada de correrse, hizo las embestidas todavía más duras, ahora lo único que se escuchaba en aquel camerino eran los gemidos de Cynthia. Siguió embistiendo hasta sentir como el condón se llenaba de sus líquidos. Salió del interior de Cynthia completamente cabreado, miraba a su alrededor algo aterrorizado ¿Qué iba a pasar cuando Yoko lo supiese? No podía evitar sentirse culpable, durante los últimos días Cynthia era la causa de las constantes peleas entre Yoko y él.
El resultado era todo el tiempo el mismo: John salía hecho una fiera del departamento dejando dentro a una Yoko destrozada. Lo malo de Yoko es que ninguna de las mujeres de sus amigos la consideraban como consideraban a Cyn. Todas la odiaban
Por ejemplo, Pattie solo era toda hipocresías, Mo no la toleraba lo mismo que Linda McCartney, se preguntaba si alguna vez podrían llegar a aceptarla pero cuando veía los tratos de ellas hacia Yoko la respuesta era cada vez más evidente: NUNCA.  Se separó de Cynthia comenzando a caminar por el camerino sin importar que estuviese completamente desnudo, finalmente se dejó caer en una silla de cuero con las piernas abiertas.
-¿Arrepentido Lennon?-Escuchó la odiosa voz aterciopelada de Cynthia, esa mujer, de haber sabido que en un futuro el daría lata jamás se habría casado con ella ni aunque estuviese embarazada.-¿No crees que es demasiado tarde ya para arrepentimientos? Por cierto hoy en la tarde es la junta padres-maestros en la escuela de Julián; y si no vas seré capaz de citar a Yoko en el bar más cercano y le platicare con lujo de detalles lo que acaba de pasar aquí.
-No puedo creer lo perra que te has vuelto Cyn.
-Solo soy una mujer lista Lennon.-Cynthia comenzaba a vestirse.-Te aconsejo que te vayas a casa, la junta empezará en dos horas, así que ya sabes, si no vas despídete de Yoko.
Cynthia salió del camerino directo a su coche, dentro de él dejó caer su cabeza en el volante haciendo sonar el claxon, estaba igual que Lennon, decidió bajar del auto para hablar con Linda McCartney en esos momentos necesitaba hablar con alguien a cerca de lo que pasó.
-¿Linda? Oye…sé que no hablo a buena hora pero ¿Qué me dices de ir a tomar un trago?...sí, ¿te parece si nos vemos a las ocho en el Ritz? Está bien, entonces a las ocho y media.